Cuando se trata de finanzas y economía, nos adentramos en un mundo especialmente técnico y complejo. Por eso, la especialización en traducción financiera es una de las más difíciles y arduas. Pero, ¿por qué es tan complicada? ¿Cuáles factores influyen en su nivel de dificultad? ¡Descubre qué es lo que hace la traducción de estados financieros tan desafiante!
Primero, ¿qué es la traducción financiera?
La traducción financiera es un tipo de traducción técnica que se ocupa de documentos relacionados con aspectos de economía y finanzas. Los solicitantes más comunes suelen ser bancos, empresas públicas y privadas de todo sector, y autoridades nacionales, entre otros.
Los textos que abarca son múltiples, pero, entre los más comunes, tenemos documentos de fusiones y adquisiciones, registros de contabilidad, contratos legales, seguros y cuentas anuales de empresas.
Por lo tanto, además de ser una traducción de estados financieros diferentes entre sí, en algunos casos podría tratarse hasta de una traducción jurada, ya que esos textos pueden tener valor legal. Esta posibilidad también influye en hacerla tan complicada.
¿Cuáles son las dificultades más evidentes de una traducción financiera?
Dificultad n.° 1: tener conocimientos económicos y financieros muy específicos
Uno de los requisitos fundamentales para poder traducir en este ámbito es tener vastos conocimientos de economía y finanzas, los dos temas claves de este tipo de traducción. Por lo tanto, no basta con ser un traductor profesional licenciado en traducción, sino que hace falta conocer a fondo esos elementos y conseguir una especialización en traducción financiera.
De hecho, la traducción de estados financieros presenta una terminología técnica y específica que requiere plena comprensión para poder ser traducida. Por esta razón, es imprescindible que el traductor sepa comprender tanto los términos financieros de partida como los de llegada, y sepa emplearlos en contextos correctos y adecuados. Para asegurarte de que la traducción financiera no contenga errores de sentido o errores terminológicos, debes confiar en profesionales especializados en es
Dificultad n.° 2: la fuerte presencia de términos ingleses y extranjerismos
Por si fuera poco, la traducción financiera no solo está repleta de tecnicismos complicados y conceptos específicos que hay que conocer, sino que también presenta un número elevado de anglicismos y préstamos crudos del inglés que ponen trabas al procedimiento de traducción.
Un traductor profesional y experimentado deberá siempre plantearse si mantener el término inglés o si es necesario traducirlo en la lengua de destino. Esta decisión dependerá de muchos factores y de la capacidad de análisis del traductor mismo: ¿cuál es el término más empleado en el país de destino? ¿El inglés o el en la lengua nativa? O bien, ¿qué nos sugiere el encargo del cliente? ¿Cuál es su objetivo? No es una decisión fácil y, justo por eso, es imprescindible que confíes tu traducción financiera a agencias de traducción, como Verbavox, que cuenten con traductores licenciados en las mejores universidades y nativos en idiomas importantes como inglés, francés, alemán y muchos más.
Como puedes ver, entonces, hay muchos elementos que un traductor debe tomar en cuenta a la hora de elaborar una traducción de estados financieros, ya que es un sector muy específico que exige requisitos muy estrictos.
Dificultad n.° 3: la traducción financiera exige numerosos requisitos y responsabilidades del traductor
Como ya has podido entender, la traducción financiera es un tipo de traducción que requiere muchas habilidades, títulos, conocimientos y, para terminar, responsabilidades. De hecho, además de saber interpretar la información del texto origen para poder trasladarla fielmente al texto meta, el traductor debe garantizar y respetar una serie de elementos: la eficiencia, la calidad, la precisión a pesar de tener estrictas limitaciones de tiempo, y la confidencialidad.
Es fundamental que el traductor o la agencia de traducción encargada de la traducción financiera aseguren la confidencialidad de la información recibida, ya que se trata de datos sensible y, a veces, hasta de valor legal. El traductor no puede ni revelar esos datos confidenciales ni perderlos sin querer, puesto que eso conllevaría a problemas penales al que nadie quiere enfrentarse. Por lo tanto, esta es otra responsabilidad que el traductor debe asumir para poder trabajar en este ámbito de la traducción.
Ahora podemos decirlo: la traducción de estados financieros no es nada fácil. Y aquí hemos hablado solo de algunos de esos aspectos complicados que la hacen tan difícil, pero seguramente haya otros más.
Sin embargo, a pesar de ser un tipo de traducción tan exigente y complicada, un traductor experimentado en traducción financiera será capaz de ofrecerte un servicio comprometido y fiable, capaz de satisfacer cada una de tus necesidades económicas.
Una agencia de traducción comprometida con su trabajo, como Verbavox, cuenta justo con profesionales de ese nivel. ¿Quieres una traducción financiera precisa y vacía de errores terminológicos? ¿O a lo mejor prefieres una traducción de estados financieros adaptada correctamente que siga las pautas que has establecido?
Sea lo que sea, ¡nosotros sabremos ofrecerte la traducción financiera que deseas! Elige Verbavox, ¡no te decepcionaremos!